viernes, 27 de noviembre de 2020

ÁRBOLES, HOJAS...DÍAS GRISES.

    Esta semana hemos seguido averiguando aspectos de los árboles, de sus diferencias, de la caída o no de sus hojas.

   Como nos gusta escribir, en la alfombra presentamos un nuevo juego en el que hemos podido conocer diferentes nombres de árboles, los hemos clasificado en dos grupos: de hoja caduca o perenne, hemos observado las diferencias en los bordes de sus hojas, en el tamaño de su limbo, si sus nervios se marcaban más o menos y nos hemos ejercitado en su la escritura de sus nombres.

Presentación y juego en la asamblea











   También hemos observado que las hojas sean del árbol que sea siempre tienen dos caras: haz y envés y lo hemos comprobado.


   Hemos seguido llevando al aula cosas que nos encontramos en los paseos por la naturaleza y así hemos podido observar las olivas o aceitunas en la rama y hemos aprendido que "su zumo" es el aceite.



   Nos ha impresionado conocer que, a veces, los frutos que vemos en los árboles no lo son aunque lo parezcan... y hemos aprendido lo que son las AGALLAS, el nombre nos lo hemos aprendido bien porque es igual que por donde respiran los peces.


   Y hasta hemos tenido en clase una gran cesta de níscalos, unas setas súper sabrosas que algunos y algunas hemos dicho dicho que habíamos probado, no siempre agradándonos su sabor.


   Durante la semana hemos ampliado la galería de fotos de nuestras salidas por el bosque si queréis echarle un nuevo vistazo.

   El viernes, aprovechando que era el cumpleaños de dos de nuestras compañeras hemos recordado que cada año que cumplimos es una nueva "vuelta al sol" que hemos dado porque un año es lo que la tierra tarda en dar una y nosotros y nosotras vamos "montados en ella".

   Y con este tema nos hemos preguntado como sabe un árbol los años que tiene y hemos visto que cada año que cumple se queda en su troco en forma de anillo y así, cada año va añadiendo uno más grande alrededor.

   Lo hemos comprobado con nuestros dedos (perfectamente desinfectados) y los hemos realizado en un pequeño corte de tronco que nos hemos llevado a casa adornado por la otra cara con una hoja de Arce Japonés.









   El cuento de la semana que nos trae la Brujita Tapita ha sido una historia de la que muchos y muchas  ya hemos oído hablar y conocemos a su protagonista: EL MONSTRUO DE COLORES.

   Tapita nos ha asegurado que la niña del cuento es ella de pequeña y el monstruo un buen amigo suyo.

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   No podremos poner las capas como el monstruo traía otras veces, pero trabajaremos la identificación de las emociones en nosotros mismos y en los demás con diferentes historias y de diferentes maneras a lo largo del curso. ¡Va a resultar genial!

Nota: Cuando contamos el cuento en clase no contamos la parte del color verde y rosa. El verde decimos que es el color original del monstruo. La tranquilidad y el enamoramiento del que habla al final el cuento no son emociones básicas, sino sentimientos. Es un cuento y nos gusta pero sin olvidar la fantasía en el aula siempre hay que utilizar en la medida posible el rigor al explicar los conceptos.

   Las emociones básicas se clasificaron como tales porque estudios comprobaron que cualquier ser humano de cualquier civilización respondía de igual manera ante ellas, con los mismos gestos y las mismas acciones corporales, los sentimientos a través de vivencias y aprendizajes diferentes pueden definirse de muy diferentes maneras.

   Hemos dejado, de momento fuera una emoción básica: el asco. Más adelante hablaremos sobre él.

   Aunque llevamos los dibujos a casa, os dejamos un resumen con algunas representaciones que hicimos en clase.
















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