jueves, 6 de agosto de 2020

¡AL RICO CHORIZO!

      En el año 2001 llegaba al centro en concurso de traslados  y en el que hoy sigo trabajando. Llegamos mucha gente nueva ese año, el centro había aumentado muchísimo su alumnado debido al crecimiento de la población, las promotoras inmobiliarias no daban abasto a construir y vender viviendas...

   Se pasó de un pequeño colegio rural a un colegio de linea dos y con clases por encima de la ratio. Se hacía urgente construir otro centro. A día de hoy hay en la localidad tres colegios de linea dos y dos institutos de educación secundaria.

   Fue el curso 2001-2002 un periodo muy difícil, en el que muchos docentes llegados de muy diferentes lugares, además de los que estaban allí desde hace tiempo no terminamos de "encajar" en muchos aspectos.

   Sin embargo, no es eso lo que quiero recordar. Compañeras que llegamos a Infantil, llenas de ganas y de ilusión, con ideas muy parecidas en cuanto a lo que significa el alma de maestra nos encontramos, nos reconocimos desde el principio y fraguamos una amistad que aún dura aunque trabajemos en centros diferentes, compartimos muchas tardes de formación, fines de semana de encuentros, congresos...

   Somos AMIGAS en mayúsculas de las que siempre están, a las que acudes en los buenos y en los malos momentos y con las que has compartido mucho, mucho de la vida. Sororidad en estado puro y como dijo Frida Kahlo: "Reír nos hizo invencibles. No como las que siempre ganan, sino como las que nunca se rinden." Y desde luego que reímos mucho juntas.

   Hoy recuerdo tan sólo una actividad que realizamos ese curso de tantas y tantas que hicimos. Y lo hago por impensable en estos tiempos y no hablo sólo de estos tiempos actuales de Covid en los que las medidas sanitarias son mucho más restrictivas, hace años que algo así realizado en un centro acabaría con alguna denuncia segura y quizás no sin razón...

   Pero antes no pensábamos tanto en eso y sí en dar a los niños y niñas vivencias reales de todo tipo y esta era una genial. Jóvenes inconscientes: no. Quiero creer que maestras motivadas y con un gran amor por su trabajo.

   Pues decidimos hacer chorizos con los niños y niñas y para ello alguna de las compañeras trajo de su pueblo todo lo necesario. Recuerdo cuando pregunté, yo una chica de ciudad que nunca ha tenido la suerte de tener un pueblo ni siquiera al que acudir los veranos, que de qué estaban hablando cuando una decía: "¿De que calibre lo traigo?" Y al observar mi cara de confusión total me dijo:"¡Mira que eres cursi no sabes nada de campo! Los chorizos se pueden hacer más o menos gruesos."


  Preparamos todo, les dijimos a los niños y niñas que nuestro investigador: Lucas el curioso, un personaje que inventamos para comenzar los proyectos, que hoy día es un gran conocido para cualquiera que haya pasado por nuestras aulas de Infantil en todos estos años, que creó y dibujó Puri Ruiz y que me consta que se ha ido trasladando a muchos centros de la provincia, quería saber cómo se hacen los chorizos.

   Y así fue. 

   Manos a la obra: mesa, artesa, maquina de embutir chorizos, cuerda, tripa....

   Y los ingredientes necesarios:





   las fotos, no son buenas, escaneadas de fotos ya algo descoloridas pero os podéis hacer la idea.

   Primero la explicación de las expertas:


   Segundo ¡A mezclar los ingredientes en la artesa!




   Tercero: ¡Vamos a meter la carne en calceta!


   Y ahora hay que atar para separar cada choricillo y pincharlos para que no exploten.



   Y finalmente, tras su paso por el microondas hicimos lo que más nos gustó: Comernos los chorizo que con tanto cariño habíamos preparado.

   
   ¡No dejamos ni las migas!

   Llevar la vida al aula, nos llena de vida.

   A los pocos días y como estábamos trabajando la granja les llevamos otra sorpresa al aula:



   Estas fotos bien merecían un espacio en estos recuerdos del blog. Todos estos alumnos y alumnas, ya mayores de edad, algunos trabajando ya, graduados universitarios muchos... quizás no hayan olvidado estas experiencias.

😍😍😍😍😍😍😍😍😍😍😍😍😍😍😍😍😍😍😍😍😍😍😍😍😍😍😍😍😍😍

sábado, 1 de agosto de 2020

¡YO SÍ QUE TENGO UN PROBLEMA!

   Era el año 2003 y yo estaba en el último curso de Educación Infantil con la primera promoción con la que compartí mi vida docente en este cole en el que aún estoy.

   Los niños niñas avanzaban a su ritmo individual y de esa manera había quién necesitaba actividades de refuerzo y quien necesitaba de ampliación.

   En lógico matemática llevábamos trabajando la composición y descomposición de números desde el primer curso de diversas maneras y con diferentes materiales y yo había comenzado hacía poco a utilizar la palabra "problema" cuando se trataba de aplicar una operación matemática para la resolución de alguna cuestión dada.

   Nunca ningún niño o niña hizo ningún comentario al respecto, quizás hay mucho acontumbrados a escuchar esta palabra cuando sus hermanos mayores hacen deberes o simplemente hay muchas cosas que aceptan, por que sí, porque lo ha dicho así la profe.

   Ese día Meritxel, Meri que es como la llamábamos en clase había terminado el desafío matemático plateado y estaba jugando con las regletas, hacía diferentes sumas con ellas y las escribía en un folio. Me acerqué y le dije: "¿Por qué no inventas un problema y lo resuelves? ¡Venga, seguro que piensas uno genial!"

   Me miró, fue a por un folio y se puso a trabajar en ello. Yo la observaba y me encantaba ver lo concentrada que estaba. Me llamó la atención de lejos que estaba escribiendo mucho y me picaba la curiosidad....

   Al ratito, mientras estaba con un compañero se me acerco y con voz grave y que me pareció enfadada me tendió el folio mientras me decía: "¡ya está!"

   Empecé a leer y todo comenzaba con un inventado "problema matemático", pero a continuación todo cambiaba y Meri contaba su historia "su auténtico problema" lo que realmente a ella le parecía UN PROBLEMA y no las tonterías que yo planteaba como tales 😆😆😆😆😆😆

   Cuando me dí cuenta ciertamente me reí muchísimo, la abracé y le dije que le agradecía enormemente que me hubiera enseñado lo que era un problema y que no hacía falta inventarlos....

   He aquí el PROBLEMA DE MERY:



Transcripción:

"Papá compra una revista que le cuesta 3€, mamá compra un collar que le cuesta 4€... Mi hermano hace molestaciones y también dice palabrotas a su hermana.
Y también cuando su hermana está pintando, su hermana con sus pinturas.
Y ya se ha acabado la historia de Mery y también de Fernando.

3+4=7€"

   Me pareció absolutamente brillante y el final con la suma, como diciendo: No creas que se me olvida que lo que tú crees que es un problema es ESTO.😒

   Nunca más volví a hablar a mis alumnos y alumnas de problemas refiriéndonos a los desafíos matemáticos y cuando alguien habla de ellos yo siempre recuerdo a Mery y a su problema que guardé y aún conservo.

¿Qué opináis?
 ¡Qué claro nos lo hacen ver todo a veces los niños y niñas sin darse cuenta!