Cuando las profes de Educación Infantil se reunieron para decidir cuál sería el proyecto que llevaríamos adelante las seis clases del ciclo este curso 2020-2021 no lo tuvieron fácil, o sí... según se mire.
Con los protocolos sanitarios por la pandemia se limitaban mucho las actividades: no se podía realizar talleres interclase, actividades en el aula de psicomotricidad, salidas o excursiones, ni siquiera la motivación se podía hacer conjunta.
A las profes les daba pena porque todos los temas en los que pensaban les hacían imaginar este tipo de actividades así que ¡Ya está! Este curso era la imaginación la que nos haría viajar ¡No hay mejor manera de "viajar sin viajar" que la literatura!
Y así surgió VIAJE AL MÁGICO MUNDO DE LAS PALABRAS, el proyecto que acabamos de comenzar...
El miércoles Mayte traía su babi de Tapita y Micaela se puso muy contenta al despertarse, casi siempre es en su día, a mitad de la semana cuando Tapita nos trae un cuento y esta vez también sería sí... sólo que vendría acompañado de algunas sorpresas.
El cuento que había buscado para este día era realmente especial
FREDERICK de Leo Lionni.
Hemos observado que además del autor, que además es el ilustrador ponía otra cosa: TRADUCCIÓN y es que no siempre los cuentos que leemos están escritos en nuestro idioma y tiene que haber alguien que lo traduzca para que lo entendamos.
La traductora de este cuento nos ha contado Mayte que es alguien muy especial se llama Ana María Matute y fue una gran escritora de cuentos, recibiendo muchos premios por ello.
“¿Y tú, por qué no trabajas, Frederick?”, le preguntaban los demás. “Yo trabajo”, les respondía Frederick. “Recojo rayos de sol para los días fríos del invierno.”
Una familia de ratones recoge provisiones y todos trabajan, excepto Frederick, que aparentemente no hace nada. Pero él también se aprovisiona: rayos de sol, colores, palabras...
Cuando llega el invierno, comprueban que su labor poética había sido imprescindible para que los ratones pasen mejor la crudeza de la estación invernal.
Leo Lionni es uno de los pioneros del moderno álbum ilustrado. Uno de los temas del cuento es la individualidad, el descubrimiento y la aceptación de la propia identidad. Frederick es poeta y demuestra que también hace una aportación al colectivo. Mientras los demás cuidaban y se preocupaban de que sus cuerpos estuvieran bien alimentados en el invierno, Frederick se ocupaba de que en los días grises no les invadiera la tristeza...
Frente a la importancia del trabajo, Frederick recuerda la necesidad de alimentarse de más cosas que paja y nueces. A muchos, Frederick les puede parecer egoísta, pero el egoísmo del protagonista es, simplemente, una fidelidad consigo mismo. Sus vecinos de madriguera, lejos de recriminarle, le dejan meditar, respetan su introspección y sienten curiosidad por un mundo que, finalmente, agradecen.
El autor nos transmite la importancia de la libertad individual: los lectores se sienten amparados, pues saben que los ratones respetarán la individualidad de Frederick. Es como si les dijese que hay que ser lo que uno desea y serlo sin temor, puesto que los demás lo podrán entender.
El cuento de Frederick nos ha llevado a la MAGIA que tienen las palabras y el poder que tienen para los que podemos leer y escuchar historias, como pueden llenar nuestras almas, trasladarnos a lugares lejanos, aprender cosas interesantes, conocer a personajes que ya no están...
El cuento de Frederick tenía una extraña tarjeta amarilla que se podía sacar, entonces Tapita nos ha contado que hay una biblioteca en el colegio, que es ¡Muy grande! y que está en el edificio de los más mayores pero que ella con su magia, como no podemos ir allí ha creado una justo encima de nuestra clase 😍😍😍
¿Qué tal si la visitamos? Y como no podíamos subir volando nos hemos ido por las escaleras...
¡Ha sido genial! había cuentos de todos los tamaños y formas, algunos eran gigantes y otros súperpequeños, había cuentos de todos los temas y de aprender de cualquier cosa, algunos se abrían para jugar, otros tenían sonidos...
También había objetos con los que las personas han escrito los cuentos desde muchos años atrás: plumas tinteros, cuadernos, y una máquina de escribir que es "un poco parecida al ordenador pero rara" como alguien la ha definido.
En la biblioteca también hay diferentes objetos con los que puede contarse cuentos : kamishibai, teatrillo, marionetas. No has encantado la visita y nos hemos traído un libro en préstamo, pensando en que muy pronto vamos a regresar.
Después del recreo Mayte nos ha dicho que en el rincón de los cuentos teníamos hace mucho un cuento de Leo Lionni que nos gustaba un montón, lo hemos buscado y ¡Sí! El cuento de
NADARÍN también lo escribió él.
En seguida alguno ha pensado que también tuvo que traducirlo alguien porque ya habíamos dicho que Leo no escribía en nuestro idioma...
Mayte lo ha buscado y ha encontrado que en esta ocasión el encargado de traducir la bonita historia de Nadarín y sus amigos fue Xosé Manuel González.
Seguro que en casa o si vais a la biblioteca podéis investigar y encontrar algunos cuentos más escritos por Leo Lionni.
Seguro que os gustará conocer más sobre este genial artista holandés y su obra.
Aunque murió en 1999, su obra quedará para siempre y sus historias seguiran años y años haciendo disfrutar a niños y niñas de todo el mundo a la vez que se entusiasmarán con sus inspiradoras ilustraciones.
A continuación, pinchando en su foto puedes leer la esptupenda reseña que sobre él hizo Ana Garralón para la revista Babar:
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Al día siguiente era Jueves. Mayte dijo que íbamos de nuevo a escuchar la música de Vivaldi de la Primavera con unas bonitas imágenes y... ¡No os lo vais a creer! Cuando estábamos preparados para ver la película apareció en la pantalla este mensaje:
Aitor gritó que él ya había visto esa huella cuando había llegado por la mañana y la huella estaba en la cocinita ¿Estará el autor de los hechos por allí escondido?
Pero, no. Lo que había era una pista que nos llevo a otra pista, y a otra...
Pero al encontrar la pista en el último lugar ¿Eh? No había nada escrito...
Muchos y muchas ya se estaban planteando que eran aquellas formas raras que había por detrás de las pistas... "¡Es un puzzle!" dijo Iria. "Hay que formarlo" dijo toda la clase.
En el suelo era complicado, muchos se quedaban sin ver.
De manera que en el caballete era mucho mejor.
El puzzle era una foto de la mesa de la profe así que debajo de su mesa...
apareció una misteriosa maleta que a algunos les daba miedo abrir, lo fuimos haciendo con mucho cuidado y dentro se ocultaba la solución al misterio...
¡LUCAS!
Que nos ha contado que todo había sido un juego y una broma, que le encantó que nos interesásemos por la biblioteca y que quiere que ¡COMENCEMOS A INVESTIGAR!
¡Qué ilusión empezamos nuevo proyecto! Un proyecto que nos hará adentrarnos en el mundo maravilloso de la literatura...
Por los dibujos de hoy parece que Lucas con su peli y con su juego ha conseguido emocionarnos.
¡A POR ELLO! ¡ESTA AVENTURA COMIENZA YA!
PROYECTO COMPLETO
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Frente a la importancia del trabajo, Frederick recuerda la necesidad de alimentarse de más cosas que paja y nueces. A muchos, Frederick les puede parecer egoísta, pero el egoísmo del protagonista es, simplemente, una fidelidad consigo mismo. Sus vecinos de madriguera, lejos de recriminarle, le dejan meditar, respetan su introspección y sienten curiosidad por un mundo que, finalmente, agradecen. 
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