También está ambientado en el mar y nuevamente a través de sus personajes conocemos cosas interesantes sobre animales marinos a la vez que aprendemos valores muy importantes.
La concha donde vivía el Cangrejo Ermitaño se le ha quedado pequeña. Encuentra otra, pero es un poco fea aunque del tamaño ideal.
A lo largo de doce meses, una anémona, una estrella de mar, un erizo, un caracol, un pez-linterna y muchos amigos más le ayudan a embellecerla, limpiarla, iluminarla y protegerla. Esto nos ha gustado mucho porque nos hemos aprendido a qué amigo encuentra en el mes que es nuestro cumple.
Pero en un año, la casa se le queda pequeña nuevamente, se la cede a una cangrejita de menor tamaño y tiene que salir a buscar otra… Pero lo hace algo triste por dejar a sus amigos, todos los que le han ayudado que prometen cuidar de la cangrejita pero ilusionado por los nuevos amigos que, seguro, va a ir encontrando.
Además de enseñarnos que siempre hay que practicar la solidaridad y ayudar a quien lo necesita porque eso, sin duda, terminará siendo para nosotros y nosotras la mejor de las experiencias.
Eric Carle, el prestigioso y prolífico autor e ilustrador, nos ha vuelto a deleitar con este cuento. Una historia acumulativa en la cual varios habitantes del fondo del mar, mes a mes, se van sumando a la casa del cangrejo.
Las ilustraciones, desbordantes de color, nos han atrapado de principio a fin. Además de leer, mirar y disfrutar hemos aprendido un montón.
Al final, a modo de enciclopedia, hay una descripción de las características de cada uno de los amigos que lo ayudaron.
En este enlace podemos recordar el cuento:
Y aquí aprender cosas sobre este curioso animal marino.
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