lunes, 11 de marzo de 2019

CUENTOS POR LA IGUALDAD


     Los niños y niñas mayores del cole nos han contado cuentos para reflexionar sobre la importancia de educar en la igualdad, es decir, en el feminismo, que realmente quieren decir lo mismo.

   Este tipo de actividades son muy especiales porque en los más mayores crea la certeza de que están haciendo algo importante al trasladarles a los pequeños estos pensamientos y a la vez les refuerza en su  aprendizaje. 

   A nosotros y nosotras nos encanta que los mayores del cole vengan a vernos y a compartir con nosotros momentos, de manera que al estar cargados de emoción el mensaje llega mucho mejor y más directo "al corazón".

   El primer cuento ha sido:

   Este cuento de Adela Turín es ya un clásico cuando se trata este tema.

   Los chicos y chicas de 4º lo han escenificado requetegenial y nos hemos divertido mucho con ellos.

   "Cuando Arturo y Clementina se conocieron se enamoraron de inmediato y decidieron casarse. Clementina tenía muchos sueños y gran parte de estos quiso entonces realizarlos junto a Arturo, en especial viajar y conocer el mundo…. Ahhh, soñaba con Venecia. Pero Arturo, quien en un principio solo le entregaba un disimulado "sí" en una sonrisa, una vez casados decidió que no era necesario que Clementina viajara a ningún lado, que con que se quedara en casa bastaba, que él saldría y la abastecería de todo lo que necesitara.
   Pero pasaron los días y algo no le cuadraba a Clementina en su nueva vida. Ella no quería quedarse en casa todo el día esperando a que llegara Arturo, ella quería estar con Arturo y compartir con él. Ahora, si eso no se podía, al menos pensaba en usar su día en algún pasatiempo que le enriqueciera la vida como pintar o tocar la flauta. Pero Arturo no creía que ella fuera capaz de esas cosas, la encontraba tonta, aburrida y muy despistada… pero la quería, por eso le traía todos los días un regalo distinto: un gramófono para que oyera música, un cuadro para que viera una pintura, un jarrón de Murano para que imaginara que viajaba por Venecia y todo esto lo iba atando con mucho cuidado al caparazón de Clementina.
   La pobre Clementina veía crecer una torre de los objetos más diversos y curiosos sobre su espalda, pero nada de esto la hacía feliz y el peso se le hacía cada día más insoportable. Hasta que llegó el día que decidió salirse del caparazón y caminar así, liviana y sin equipaje, recobrando de esta manera un poco de alegría y de su propia vida.
   Arturo no comprendía y miraba con sospecha el nuevo ánimo de su esposa. Muy pronto llegó el día en que Arturo volvió a su casa por la tarde y no encontró a Clementina por ningún lado. La tortuga se había ido… es probable que a viajar, tocar la flauta o pintar un cuadro. Hasta el día de hoy Arturo no comprende por qué su esposa se fue de su lado y ciertamente indignado comenta: "Era realmente ingrata, aquella Clementina; no le faltaba nada: veinticinco pisos tenía su casa, repleta de tesoros.
La violencia de géneros silenciosa
En el cuento de Clementina se da una de las formas de violencia más dañina entre las parejas, aquella que a través de la descalificación y desmedro del otro va disminuyendo y liquidando la autoestima del que es agredido. De esta forma, cada vez que Arturo encontraba ridícula a Clementina con sus preguntas, sueños y aspiraciones, esta se encontraba a su vez tonta y aburrida, cuidándose de mostrarse tal como realmente era frente al otro y coartando la expresión libre de su ser. ¿Qué pensarán los niños de esto? ¿Se habrán enfrentado a alguna situación similar con sus amigos?
Formando una identidad segura
Una lectura muy interesante que plantea el cuento de Arturo y Clementina es la formación de identidad, el conocerse y respetarse tal cual uno es, de manera de evitar adaptarnos a otro o a otra situación anulando la propia identidad y personalidad. Leer con los niños este cuento y mostrarles la infelicidad de Clementina al no hacer lo que quería, al verse obligada a callar por miedo a no decir lo apropiado, a llevar una vida que la vuelve infeliz, permite hacerlos reflexionar sobre la necesidad humana de conocerse y respetarse a uno mismo para luego poder, entonces, buscar a otro que nos complemente y que jamás nos anule."
Fuente: Alejandra Schmidt  Leer más en el blog ABOUTESPAÑOL





      El segundo cuento nos lo han contado otros niños y niñas también de 4º de primaria y si ARTURO Y CLEMENTINA es un clásico, este de la misma autora y la misma ilustradora Nella Bosnia no se queda atrás.


   Es la historia de una manada de elefantes y elefantas en la que unas y otros viven de manera separada y tienen actividades diferentes, incluso el color de ellas y ellos es distinto. 
   Los elefantes son grises, comen hierbas verdes, se duchan en el río, se revuelcan en el lodo y hacen la siesta debajo de los árboles. Las elefantas son rosas, no comen hierbas verdes, no se duchan en el río, no se revuelcan en el lodo y no hacen la siesta debajo de los árboles. 
   Las elefantas están encerradas en un jardín vallado, comiendo unas flores que no les gustan porque saben mal y llevan zapatitos, baberos, cuellos y lazos también de color rosa para volverse más rosas. Los elefantes no llevan nada para hacerse más grises, ni comen flores que saben mal.
    De entre todas las elefantas destaca una, Margarita, que es de color gris y por más que intenta comer las mismas flores que sus compañeras para volverse rosa, no lo consigue. Cuando ya se pierde la esperanza de que Margarita se vuelva rosa para que un elefante se quiera casar con ella, toma la decisión de salir del vallado, quitarse sus adornos rosa, y jugar a ser una elefanta libre igual que los elefantes que nunca han estado encerrados en el vallado. Su iniciativa sirve de modelo para que las otras elefantas hagan lo mismo. 



   Y el último cuento que nos han contado este año en nuestra clase ha venido de la mano de unas alumnas de 6º de primaria y ha sido una historia de la escritora Raquel Díaz Reguera.



 "¿Hay algo más aburrido que ser una princesa rosa?  Esa es también la pregunta que se hace Carlota, la protagonista de este cuento. 

   Cansada de que todo lo que la rodea sea de color rosa, de esas princesas tan absurdas que andan besando sapos para ver si encuentran a su príncipe azul y que siempre hacen cosas tan aburridas, Carlota se pregunta por qué las princesas no pueden surcar mares, salvar a príncipes y vivir mil aventuras. 

   Esa pregunta se la hace a sus padres, a los consejeros del reino y a todas las personas importantes que la rodean, pero todos tienen la misma respuesta. Pero, ¿por qué no pueden ser los príncipes los que vistan de rosa y las princesas las que maten dragones?, ¿por qué tiene que ser tan sumamente aburrido ser una princesa?..."

Fuente: leer más librosyliteratura.es







   Todos nuestros amigas y amigos mayores lo han hecho muy bien, hemos disfrutado mucho con ellos y estamos deseando que vuelvan pronto.




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