JOAN MIRÓ ¡CÓMO NOS GUSTA!

    A punto de finalizar el curso, ya parecía que nuestro proyecto de historia del arte había concluido cuando de repente alguien entró en el aula: 

- ¿Creéis que sabéis mucho de pintura? ¿Acaso sabéis quién soy yo?

   Un pintor acababa de entrar en clase, con su bata de colores y su pelo blanco y no teníamos ni idea de quién era y qué contestar.

- No se puede dar por finalizado un estudio de arte en el cole sin saber quién soy yo.

- Me llamo Joan Miró.

   Y así, de manera mágica, comenzamos a jugar y a bailar con las formas...

   Creamos una obra entre todo el grupo a la que tras dar varios nombres decidimos titular: 

LA CASA DE LA ORUGA ESPACIAL

   

     Tras observar como hacía Miró sus autorretratos quisimos probar a realizar el nuestro a su estilo. Mayte fue la primera.

   

    Para terminar descubrimos quién estaba detrás de este extraño Joan Miró que nos visitó...

¡Era Mercedes!

¿QUIÉN ES MERCEDES? 😎

    Mercedes es una muy querida amiga de la profe Mayte con la que compartió muchos años de docencia, que se acaba de jubilar, como pronto lo hará ella y que mantiene la ilusión y las ganas de compartir tiempo con niños y niñas de Infantil a los que ha dedicado toda su vida profesional.

   Lo que ha venido a hacer hoy en clase es una experiencia basada en un trabajo que hizo en el Experto Universitario de Didáctica de la matemática en Educación Infantil en la Universidad Camilo José Cela.

Formación que comparte con Mayte.

   Gran conocedora y apasionada del arte, a nuestra profe le hacía especial ilusión compartir con ella una actividad estos últimos días.

¡GRACIAS AMIGA!

     Me has demostrado que tu ilusión y buen humor siguen intactos y hoy parecía que no hubieran pasado algunos, tantos años...

   Cuanta felicidad hemos compartido en las aulas, algunos malos ratos también pero que se quedan hundidos entre risas y cariño recibido de aquellos a quienes hemos dedicado tantas horas directas e indirectamente formándonos para dar lo mejor.

   Sonrío cuando desde hace algún tiempo en ocasiones oigo: ¡Claro tú puedes dedicar tiempo, ya tienes tus hijos mayores...!

   Entonces pienso en aquellos años, con nuestros hijos e hijas pequeños, sacando tiempo de donde no parecía que pudiera haberlo para acudir a cursos, a Congresos, para preparar actividades que realizar en el aula, sin olvidar... irnos a hacer unos largos a la piscina del Juncal para coger fuerzas e irnos a casa a afrontar tareas del hogar, extraescolares, deberes, cenas, cuentos...

   Y llegaron las adolescencias ¡Esas adolescencias! que nos asaltaron a la vez que debíamos cuidar de nuestros mayores, especialmente tú, siendo un ejemplo de amor y fortaleza.

   Gracias, amiga, por haber estado siempre ahí, por llegar hasta aquí conmigo 

   ¡Porque te quiero un montón!

   ¿Qué más te puedo decir que no sepas?