Aprender a manejar las emociones, como dice Eduard Punset, que no a reprimirlas como se ha venido haciendo durante siglos es la clave del éxito de los futuros adultos.
Si conseguimos que los niños conozcan y gestionen bien sus emociones estaremos contribuyendo a educar personas más libre y responsables, más capaces de controlar su vida y, en definitiva, de ser más felices.
El curso pasado, cuando estábamos en la clase de 2º de Educación Infantil comenzamos una experiencia:
Tras narrar el cuento de Anna Llenas y ver el lio que se hacia el monstruo con sus emociones y cómo la niña le ayudaba dedicamos un día para cada emoción y dibujamos sobre ellas:
De esta manera surgió nuestro "rinconcito"
Y comenzamos a utilizar las capas de colores cuando necesitábamos expresar la emoción que sentíamos:
Capas que podemos compartir... si el momento y la emoción lo requiere. Aunque hay algunas que se comparten más fácil que otras...
Es sencillo y bonito compartir la tristeza con un amigo, la alegría, mucho más, pero ¿El enfado? ¿A quién le gusta compartir algo cuando está enfadado?
Este curso, que hace apenas unos días que ha comenzado, nuestro "rinconcito" ya tiene su lugar:
Y seguimos utilizando las capas mucho cada día:
Una mañana volvimos a contar el cuento para recordarlo ¡Nos encanta! y a continuación cada uno dibujamos a nuestra familia pensando en el color que mejor define a cada miembro, según la emoción que a nuestro modo de ver más nos ofrece a diario.
Os pondremos algunos ejemplos, pero los comentarios sobre los dibujos nos los guardamos para nosotros.
Una clase, en ocasiones, es como dicen los mayores que es el vestuario de un equipo y lo que "allí se dice, allí se queda"... traicionaríamos nuestra confianza: ¡SOMOS UN BUEN EQUIPO!
Y también hubo quien se negó a utilizar otros colores porque en casa TODOS ERAN FELICES.
Y hablando de emociones, por qué será que siempre me emociona ver tu trabajo...desde siempre...es estupendo, eres estupenda, Mayte.
ResponderEliminarMayte,mirando tu blog me siento muy, muy afortunada y emocionada al pensar que mi hija va a poder disfrutar y aprender los próximos años contigo y con el equipo. Gracias por el esfuerzo y la dedicación.
ResponderEliminarGracias, Virginia. acompañaros en el proceso de ver crecer a vuestra hija feliz los próximos años junto con otros niños y niñas que lleguen por primera vez a nuestro centro es lo que hace de la nuestra una profesión maravillosa. ¡Hasta pronto!
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