viernes, 20 de diciembre de 2019

FIN DEL TRIMESTRE ¡FELIZ NAVIDAD!

  ¡ Con cuánta ilusión hemos vivido esta última semana del trimestre! ¡Todo "olía y sonaba" a NAVIDAD!

   Cantando villancicos, tocando panderetas y sintiendo el aula cada vez con más brillo, de purpurina que... termina por cada rincón de la clase , de nuestro pelo, de nuestra ropa... pero sobretodo con más brillo de ilusiones compartidas, de emoción por lo que llega y de impaciencia ante lo que está por venir.

   La bruja Tapita como no podía ser de otro modo nos trajo un cuento relacionado con estas fechas, en esta ocasión todo un clásico:


   Cuando a Matías le entraron ganas de hacer pis en la noche de Reyes de Chema Heras y Kiko Dasilva es todo un clásico de la literatura infantil de Navidad, un éxito de Kalandraka que nos muestra de manera divertida un contratiempo que a muchísimos niños y niñas les ha ocurrido alguna vez: ¿qué hacer si durante la noche de Reyes te entran ganas de hacer pis y no tienes más remedio que levantarte de la cama?

   Matías ha escrito su carta a los Reyes Magos pidiendo un tren con una locomotora y tres vagones: el primero rojo, el segundo azul y el último amarillo.

   Esa noche se acuesta pronto, después de que sus padres les recuerden que si está despierto los Reyes no le traerán regalos. A pesar de los nervios, se duerme enseguida, pensando en su tren y en la canción que se ha inventado para jugar con él.
   Pero en mitad de la noche, Matías se despertó con muchas ganas de hacer pis y escuchó una voz que venía del fondo del pasillo...
  Nota de Mayte:  En youtube podéis encontrar varias versiones que narran este cuento, yo no pongo aquí ninguna por una razón muy especial, ninguna me gusta. Para mi este cuento tiene mil versiones, en mi familia desde que mis tres hijos eran muy pequeños hemos contado este cuento LA NOCHE DE REYES sin faltar ninguna y aunque ya, hasta la pequeña tiene más de 20 años, se ha convertido en una entrañable tradición a la que no renunciamos. Por eso cada año la versión es diferente, más cómica, más teatralizada, con más improvisaciones... ¡Es un momento maravilloso que nos encanta compartir!
   Los cuentos siempre son mejor narrados en casa que por otra persona en youtube, con el tacto de las páginas y su olor y principalmente narrado por las personas que más queremos y nos quieren.
 En nuestra clase hemos preparado con muchísima ilusión nuestra carta para los Reyes Magos, siempre pensando en el bien de todos y todas porque en las que pedimos nuestros juguetes preferidos la escribimos en casa.
   Pensamos que lo mejor era pedir a los Reyes que nos tratemos y cuidemos mejor y que lo hagamos también con todos los seres vivos que viven en nuestro planeta, construyendo entre todos y todas un MUNDO MEJOR.
¡Qué bien cuándo nos trajeron el premio que habíamos ganado por hacer nuestros muñecos de nieve tan requetebonitos!


   El regalo lo abrimos con mucho cuidadito... ¡Qué chulo!

   Y el papel, que era precioso lo utilizamos para decorar nuestra carta.


¡Qué bonita nos quedó!


   También pintamos estrellas.



   Y un compromiso: Esta Navidad todos los regalos que nos hagan los abriremos cuidando el papel para traerlo al cole y hacer cosas bonitas con ellos. Con esto cuidaremos nuestro medioambiente y trabajaremos la paciencia y la calma que también es importante, valorando las cosas de otra manera.
   Y llegó el día de la fiesta y vestidos de muñecos de nieve cantamos para nuestras familias.

   Y también para los Reyes Magos, a los que les hablamos y les contamos como nos estamos portando y que es lo que queremos que nos traigan.


   Para, por último compartir un rico y calentito chocolate con bizcochos.


   Que estos días llenen nuestros hogares la calma y la paz para compartir momentos especiales de los que se quedan para siempre en el corazón y a los que regresar con la mente en los instantes menos felices que la vida nos depara. Que sepamos sentir de verdad, en nosotros mismos, no al ver alguno de esos anuncios de la tele... lo que significa tener: cerca a los que más quieres.
¡FELIZ, MUY FELIZ NAVIDAD!


miércoles, 11 de diciembre de 2019

EL REGALO DE NAVIDAD

Cuando se tiene la suerte de vivir la Navidad al lado de niños y niñas es prácticamente imposible no contagiarse de su ilusión, su felicidad y sus "nervios"...

   Independientemente de los sentimientos religiosos de cada cual la Navidad es espiritualidad y reconciliación con uno mismo y con los demás.

   La Navidad es una especie de "tregua" que los adultos nos damos para regresar por unos días a nuestra infancia. Pero no debe ser un regreso nostálgico sino de reflexión y reconectar con lo importante: EL TIEMPO Y EL CARIÑO, los dos bienes más importantes para la infancia. Aprovechad este tiempo para educar de otra manera, distinta a la del resto del año y quizá más efectiva. A estas fechas entrañables podemos sacarle mucho partido...

   Porque la Navidad es un tiempo mágico en el que disfrutar, pero también corremos el riesgo de que los niños y niñas pueden centrarse demasiado en si mismos, van a recibir muchos regalos y a veces están demasiado pendientes de lo que les "va a llegar" y no de lo que ellos "pueden dar", por eso se nos presenta una buena ocasión para trabajar este aspecto.

   Con un maravilloso cuento EL REGALO DE NAVIDAD de Christine Leeson, hemos aprendido como en estas fechas el corazón se vuelve más tierno y el alma se llena de generosidad. Y todo eso puede hacer que cosas que nos parecen sencillas brillen con una magia inexplicable...

   "Era la primera Navidad de la ratoncita Molly. El cielo estaba iluminado por franjas rosas y doradas, y la emoción se podía palpar en el ambiente.


   A través de la ventana de una casa, vio que algo brillaba y refulgía en la noche.
–Mamá, ¿qué es eso? –exclamó Molly, emocionada.
–Es un árbol de Navidad –dijo su madre–. La gente lo adorna con bolas brillantes, luces y estrellas.
–Ojalá tuviéramos nosotros un árbol de Navidad –suspiró Molly.
–¿Por qué no vas al bosque buscar uno? –dijo su madre–. Seguro que te quedaría tan bonito como ese que ves detrás de la ventana.
   A Molly le pareció una idea fantástica. Llamó a sus hermanos y hermanas, y juntos corrieron a buscarlo.
   Por el camino encontraron un granero, y los ratoncitos entraron en él para buscar algo con que adornar el árbol.  
   Bajo un gran montón de heno, Molly encontró una muñeca.
–Es como la que corona el árbol que vi por la ventana –dijo–. Es ideal para nuestro árbol.
   Pero la muñeca ya tenía dueño.
–Grrr! –gruñó el viejo perro de la granja–. ¡Es mía!
–¡No nos hagas daño! –suplicó Molly–. Yo sólo había pensado que la muñeca quedaría muy bonita en nuestro árbol de Navidad.
   El viejo perro bostezó. Lo cierto es que a veces cazaba ratones. Pero, quizá por ser Navidad o quizá porque se acordaba de los tiempos en que jugaba con los niños junto al árbol de Navidad de la granja, les prestó su juguete a los ratoncitos.
Los ratoncitos salieron de la granja con la muñeca y llegaron a la entrada del bosque.
–¡Mirad! ¡He encontrado otro adorno para el árbol! –gritó Molly.
   Era un lazo plateado que colgaba de una de las ramas de un roble. Molly se encaramó al tronco, agarró un extremo del lazo y empezó a tirar de él… pero el lazo pertenecía a una urraca. Lo reservaba para forrar su nido.
–Por favor, no te enfades –le rogó Molly–. Sólo quería un adorno para nuestro árbol de Navidad.
   Lo cierto es que, de vez en cuando, la urraca cazaba ratones. Pero, quizá por ser Navidad o porque ella también había estado admirando el árbol de Navidad de la ventana, soltó el otro extremo del lazo y Molly pudo llevárselo.
   Molly vio a lo lejos unas cosas rojas y redondas que brillaban en el suelo. Eran como las bolas que colgaban del árbol de Navidad de la ventana.
–¡Justo lo que necesitamos! –gritó Molly, mientras corría a coger una–. ¡Ya tenemos una muñeca, un lazo plateado y una bola brillante!
   Pero las bolas brillantes pertenecían a un zorro.
–Esas manzanas silvestres son mías –aulló–. Las estoy enterrando para tener comida en los fríos días de invierno.
–Nosotros sólo habíamos pensado que una de estas bolas quedaría muy bonita en nuestro árbol de Navidad –dijo Molly, temblando.
   El zorro la olisqueó. Lo cierto es que solía cazar ratones a menudo. Pero, quizá por ser Navidad o porque nunca había visto un árbol de Navidad, volvió a internarse en el bosque y dejó que Molly cogiera una manzana y se la llevara.
   Los ratoncitos siguieron caminando por el bosque mientras la noche caía. Allí, entre las zarzas de un arbusto, vieron una estrella brillante y preciosa y una docena de lucecitas verdes y doradas que destellaban.
–¡Estrellas para nuestro árbol! –gritó Molly–. Voy a cogerlas.
   Pero cuando la ratoncita se acercó al arbusto, no fueron estrellas lo que encontró… sino el collar de una gata, que parecía muy enfadada.
A su lado estaban sus crías, y los tres pares de ojos de los mininos brillaban en la oscuridad.
–¡Ay, madre! –balbuceó Molly–. Yo sólo quería algo resplandeciente para nuestro árbol de Navidad.
   La gata enderezó las orejas. Lo cierto es que siempre cazaba ratones. Pero, quizá por ser Navidad o porque recordaba el árbol de Navidad que había en la cálida casa donde había nacido, se quitó el collar y dejó que los ratoncitos se lo llevaran.
   Finalmente, en un claro en lo más profundo del bosque los ratoncitos encontraron un árbol grande y frondoso.


–¡Nuestro árbol de Navidad! –gritó Molly.

   De sus ramas colgaron la muñeca, el lazo, la manzana y el collar de la gata.
–¡Oh! –dijo decepcionada Molly, al acabar–. No se parece en nada al árbol que vi en la ventana.
   Los ratoncitos regresaron a casa, muy tristes y desilusionados, y se acostaron.
   A medianoche, Mamá Ratona despertó a sus pequeños.
–Venid conmigo –susurró–. Tengo algo que enseñaros.

   Molly y sus hermanos y hermanas salieron detrás de su madre, pasaron por delante de la granja y se internaron en el bosque.
   Otros animales se unieron a ellos y los acompañaron hasta lo más profundo del bosque.
   Finalmente, los ratoncitos llegaron al claro donde estaba su árbol. 
   Molly quedó petrificada. Sus ojos se abrieron de par en par y brillaron.
–¡Oh! ¡Mirad eso! –gritó.
   Durante la noche, todos los animales habían añadido más adornos al árbol. Ahora la escarcha lo cubría todo y lo hacía brillar.
El pequeño árbol resplandecía e incluso parecía que colgaran estrellas de sus ramas. La más grande y reluciente de todas coronaba el árbol.
–Nuestro árbol es mejor que el de la ventana –susurró Molly, feliz.


Y, quizá por ser Navidad, todos los animales se sentaron juntos y en paz a contemplar el árbol.
Fuente: Cuentos para crecer
   Animemos en casa esta Navidad a realizar actos generosos, actos que impliquen empatía y solidaridad y acompañados de la frase: "...quizás porque es Navidad." nos recuerden que todos y todas tenemos algo que ofrecer a los demás por sencillo que sea.

   A la vez que hemos contado el cuento hemos adornado el árbol del bosque y atentos a lo que aprendemos con la pequeña Greta en nuestros viernes por el futuro #fridaysforfuture nuestro árbol lo hemos pintado sobre papel usado de periódico.

La muñeca se nos ha quedado un poco tapada por tanto brillo...

      Y como nos ha parecido tan bonito que se pueden hacer árboles con papeles que creíamos que no nos servían...  hemos hecho unos con recortes que sobraron de hacer nuestras pajaritas de papel.





martes, 3 de diciembre de 2019

SOMOS DIFERENTES, SOMOS ÚNICOS

   Hoy es 3 de Diciembre y este día se conmemora cada año el DÍA DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD con el fin de recordar la importancia de seguir avanzando día a día hasta la completa inclusión de todas las personas comprendiendo que todos y todas tenemos los mismos derechos.

   En nuestro colegio este día siempre se realizan actividades encaminadas a este fin y aunque no olvidamos cada día y en cada momento trabajar por la plena inclusión y crear la conciencia de que cada persona es única, es irrepetible y enriquece al grupo, en este día lo hacemos más visible.

   Desde el firme convencimiento que la educación es fundamental tratamos de enseñar a los niños y niñas a aceptar la diversidad como algo normal. Si así lo hacemos llegará un día en el que no habrá que hablar de INCLUSIÓN porque sabremos CONVIVIR en igualdad y equidad.

   En Educación Infantil durante la jornada primero hemos realizado talleres internivelares. Los pollitos amarillos es la primera vez que hacemos esto y nos ha gustado un montón. Se organizan grupos por colores y en cada grupo hay niños y niñas de cada una de las seis clases del ciclo.

   Esto nos ayuda a compartir un tiempo diferente que no es en el patio con alumnado de otras edades y nos enriquece en nuestra socialización.

   Los grupos se van moviendo por las diferentes aulas y en cada una se realiza un taller : En esta ocasión los talleres tenían que ver con las capacidades auditivas, visuales y motóricas.






   



      Ya después del recreo cada grupo con los de su clase hemos trabajado diferentes cuentos. En nuestra clase Sonia, la profe de Audición y Lenguaje nos ha contado el cuento de ELMER  David McKeen.


   La historia de este elefante multicolor ya ha cumplido 25 años y es un referente para acercar a los más pequeños la idea de que ser diferentes nos hace ser muy especiales.

   Los elefantes, como todo el mundo sabe, son grises. Pero Elmer no es gris: es rojo, es amarillo, es rosa, es azul… ¡Elmer es multicolor! Y muy diferente de toda la manada: sus amigos son muy serios, pero a él le encanta hacer bromas y pasárselo bien con cualquier cosa.
   Una noche se despierta y se da cuenta de que ya está cansado de ser diferente, así que decide marcharse para disfrazarse de un elefante normal y corriente, sin colorines, ni demasiadas ganas de reír.
   Cuando vuelve, nadie le reconoce, pero… uno no puede fingir ser otro durante mucho tiempo y a Elmer le pasarán algunas cosas que le demostrarán que la diversidad es positiva y que Elmer tiene que ser Elmer porque es maravilloso siendo así.

   Sonia nos lo ha contado con teatro de sombras y la hemos escuchado con muchísimo silencio y atención.



   Y más tarde, por equipos de clase hemos decorado unos ELMERS un tanto especiales que nos ha divertido mucho, luego los hemos llevado a clase para poder jugar con ellos los próximos días.








   Si queréis podemos recordar el cuento juntos en el siguiente enlace:

   Y también podemos cantar su canción: