miércoles, 10 de junio de 2015

LOS CIEN LENGUAJES DE LA INFANCIA



El niño 

está hecho de cien.

El niño tiene

cien lenguas
cien manos
cien pensamientos
cien maneras de pensar
de jugar y de hablar
cien, siempre cien
maneras de escuchar
de sorprenderse, de amar 
cien alegrías
para cantar y entender
cien mundos
que descubrir
cien mundos 
que inventar
cien mundos
que soñar.

El niño tiene

cien lenguas
(y además cien, cien, y cien)
pero se le roban noventa y nueve.


La escuela y la cultura
le separan la cabeza del cuerpo.


Le hablan:
de pensar sin manos
de actuar sin cabeza
de escuchar y no hablar
de entender sin alegría 
de amar y sorprenderse
sólo en Pascua y en Navidad.

Le hablan:

de descubrir el mundo que ya existe
y de cien
le roban noventa y nueve.

Le dicen 

que el juego y el trabajo,
la realidad y la fantasía,
la ciencia y la imaginación,
el cielo y la tierra, 
la razón y el sueño,
son cosas
que no van juntas.

Le dicen en suma 

que el cien no existe.

Y el niño dice:

En cambio el cien existe.


El niño 

está hecho de cien.

El niño tiene

cien lenguas
cien manos
cien pensamientos
cien maneras de pensar
de jugar y de hablar
cien, siempre cien
maneras de escuchar
de sorprenderse, de amar 
cien alegrías
para cantar y entender
cien mundos
que descubrir
cien mundos 
que inventar
cien mundos
que soñar.

El niño tiene

cien lenguas
(y además cien, cien, y cien)
pero se le roban noventa y nueve.


La escuela y la cultura
le separan la cabeza del cuerpo.


Le hablan:
de pensar sin manos
de actuar sin cabeza
de escuchar y no hablar
de entender sin alegría 
de amar y sorprenderse
sólo en Pascua y en Navidad.

Le hablan:

de descubrir el mundo que ya existe
y de cien
le roban noventa y nueve.

Le dicen 

que el juego y el trabajo,
la realidad y la fantasía,
la ciencia y la imaginación,
el cielo y la tierra, 
la razón y el sueño,
son cosas
que no van juntas.

Le dicen en suma 

que el cien no existe.

Y el niño dice:

En cambio el cien existe.
Loris Malaguzzi

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