Niños y niñas que en este año cumplen o han cumplido tres años se enfrentan este septiembre al comienzo de su escolarización, yo pronto conoceré a un grupo, mi grupo.
La actitud intensa y llena de interrogantes por parte de todos, familias, niños y niñas, gradualmente se convertirá en una situación normalizada, siempre que pase el tiempo indicado para que todos y cada uno vivan la experiencia del acogimiento y del estímulo para progresar y adaptarse.
Esto sólo puede ocurrir desde el profundo respeto a los procesos madurativos y a cómo cada individuo desarrolla este proceso de adaptación. Cada niño y niña es diferente y sus necesidades también son diferentes. Las realidades, las expectativas y las necesidades de cada familia son diferentes.. La adaptación de cada niño es única y singular y por esta razón no podemos plantearnos este periodo como algo único y acabado que ya hemos realizado en otras ocasiones Cada vez que nos enfrentamos a un nuevo grupo y a su "periodo de adaptación" este será "otro", será un tiempo nuevo para aprender .
Para poder ajustar con acierto nuestra intervención debemos observar muy bien a esos niños y niñas que llegan a nuestro espacio, nuevo y desconocido para ellos, que les puede crear inseguridad, intranquilidad, nerviosismo. Debemos estar atentos a cada gesto, expresión o palabra que nos pueda dar pistas de como actuar en cada caso y darles el tiempo y el clima para que sean ellos mismos y confíen en nosotras. El periodo de adaptación es una fase más en el proceso que ayuda al niño a conocerse a sí mismo, a crecer y enriquecerse con las experiencias que ese momento concreto de la vida le ofrece. y no debe verse como una traba, como un obstáculo a superar.
La paciencia en este periodo de tiempo es fundamental por parte de todos: habrá niños que necesiten medio curso para encontrarse realmente seguros y confiados, habrá quien en seguida establezca vínculos afectivos con adultos o con otros niños, habrá quien en los primeros días venga feliz y le venga más adelante la ansiedad y los llantos, habrá quien no quiera separarse de "sus cosas", habrá quién se muestre agresivo ante el temor a lo desconocido, habrá quien se encuentre más o menos tranquilo y confiado en el aula pero se sienta desorientado y perdido en el patio, habrá... ¡Tantas maneras diferentes!
Para facilitar la incorporación durante los primeros días el Equipo de Educación Infantil programamos LA ENTRADA ESCALONADA en la que los niños y niñas acuden al centro en pequeños grupos, en horarios reducidos, esto nos permite a las tutoras conocer mejor a los alumnos e identificar mejor sus necesidades y a los niños incorporarse, podríamos decir, de una forma menos traumática. El objetivo es: que se queden con ganas de más, de regresar al día siguiente...
Las familias pueden ayudar mucho en este proceso:
- Comenzar en casa: adaptando unos días antes las rutinas de sueños y comidas. Si el niño viene con sueño al cole difícilmente se puede sentir a gusto.
- Manifestar optimismo: Transmitiendo ilusión y no temores. Evitando frases como: "Cuando vayas al cole, ya verás te van a poner las pilas..." " A ver si te crees que eso te lo van a consentir en el cole"...
Cambiemos estas por: "¡Qué suerte, qué feliz vas a ser en el cole! ¡Cómo te lo vas a pasar!"...
- Intercambiar con la maestra cada día impresiones sobre aspectos y situaciones relevantes en la adaptación. respetando siempre que no debe hacerse en las entradas que son un momento en el que la tutora tenemos otras prioridades y no podemos atender bien a las familias. La hora de salida y recogida de los alumnos, cuando cada uno está ya con su familia es un momento perfecto.
- Ser puntuales: Es muy importante que todos los niños y niñas lleguen puntuales porque hay que evitar en lo posible cualquier situación que distorsione el buen fluir del grupo. y a la hora de las salidas en los primeros días crea mucha inseguridad en el niño observar que están "otros papás" y no los suyos.
- No dramatizar las despedidas: Hay que despedirse de forma natural, sin mentiras o sin desaparecer cuando el niño está distraído. Cuanto más naturales sean las familias en este aspecto antes interiorizará el niño lo que supone el tiempo de la jornada escolar.
- No olvidar que el niño o la niña necesita ropa cómoda, que le haga sentirse autónomo para lavarse las manos, ir al baño, quitarse la zapatilla si le entra arena. Si se encuentra inseguro y no se comunica con la tutora y ante una necesidad debe pedirle ayuda, ¿Cómo crees que se puede sentir? ¡Cuántos niños y niñas que controlan esfínteres perfectamente cuando llegan al cole se hacen pis encima por este motivo!
Y sobre todo familias: CONFIAR, confiar en que en el colegio se le cuidará, se le querrá y se le tratará con amor y respeto.
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