El pasado viernes cuando nos visitó la pequeña Greta y viendo el frío que está haciendo estos días de crudo invierno nos preocupamos por los pajaritos que no se han ido lejos, que están por aquí...
¿Cómo consiguen comida?
¿Pueden volar lejos con este frío?
¿Qué pasa si el agua que encuentran para beber está congelada?
El invierno significa un duro periodo para la supervivencia de los pequeños pájaros de jardín. Cuando uno pesa menos de veinte gramos, o encuentra comida cada día o será muy difícil poder vivir y superar estos días.
Colirrojos, carboneros, mitos, herrerillos, currucas, petirrojos, pinzones y muchos otros ven cómo sus poblaciones menguan por causa del frío y la escasez de alimento.
Nosotros y nosotras podemos ayudar y mucho a los pajaritos que se refugian del gélido invierno cerca de nuestras casas, de nuestro cole... y ¡Nos pusimos manos a la obra!
Una tarea que resulta muy sencilla: basta con disponer de un pequeño espacio en el jardín, la terraza, el balcón o incluso en el alféizar de la ventana, para ofrecerles alimento.
Hemos construido unos pequeños comederos con muchísima ilusión, los hemos decorado utilizando papel del reciclado de los regalos de Navidad, uno muy bonito que parece que sea hojas y frutos del bosque.
Hemos pegado unos palitos alrededor para que no se salga la comidita y un cartelito muy mono para que todo el mundo sepa que es para los pajaritos y ¡Por supuesto! hemos puesto nuestro nombre.
Si colgamos una simple bolsa de malla con unos cacahuetes pelados atraeremos rápidamente la presencia de carboneros y herrerillos, capaces de comer boca abajo.
Al petirrojo en cambio no le gusta colgarse al estilo funambulista. Él prefiere los comederos de base firme (es un gran caminador), nuestro comedero es perfecto para él. Eso sí, deberemos colocarlo en un lugar bien visible y fuera del alcance de los gatos, de lo contrario podríamos acabar construyéndoles el comedero a ellos.
Si vamos aportando regularmente las migas del mantel o los restos de cereales del desayuno nos aseguraremos la presencia casi instantánea de los gorriones y si de vez en cuando colocamos una fruta abierta no tardará en acudir el mirlo.
Otra opción eficaz es atravesar unos cuantos cacahuetes con cáscara de un alambre, a los carboneros les chiflan, y colgarlo de una rama. También podemos hacer una bola con sebo y rellenarla de semillas, pipas o uvas pasas, a ella puede acudir el bellísimo trepador azul.
Pero junto a la comida, disponer de agua para beber es esencial para los pájaros en invierno. La mayoría de las charcas se hielan en cuanto bajan las temperaturas y la mayoría de las fuentes permanecen cerradas por lo que ofrecerles un poco de agua en un bebedero es de gran ayuda.
El jueves cuando hablábamos de que ese día nos llevaríamos nuestros comederos y de que los pajaritos se pondrían muy contentos... de repente un pequeño pajarillo entró en la clase. A veces pasan estas cosas que parecen magia, pero, no. Ahí estaba, se paseo para darnos las gracias y luego se fue volando.
Le pusimos comidita para que supiera que a él también le íbamos a cuidar.
¿Familias dónde habéis puesto los comederos?
¿Se comen las comida?
¿Les habéis observado?
Nos gustaría mucho que nos enviarais fotos del dónde habéis colocado vuestro comedero y el agua. las iremos poniendo aquí. Será muy bonito tener el testimonio de como niños, niñas y familia vivimos juntos este interés por cuidar del medio ambiente y en este caso de estos pequeños amigos.
¿Quién empieza?
Martes 28 de Enero
Martes 28 de Enero
Andrea nos envía una foto para mostrarnos el lugar dónde ha puesto el comedero para los pajaritos, aunque nos cuenta que ha tenido algunos problemas con unos gatitos traviesos... ¡Gracias familia!
Miércoles 29 de Enero
Alexia nos ha enviado unas fotos de su comedero, lo han colocado en el alféizar de la ventana y lo observan pero todavía ningún pajarito se ha animado a acercarse.
Seguro que pronto empiezan a hacerlo.
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