domingo, 9 de julio de 2017

1987 - 1988 UN CURSO MARCADO POR EL FRÍO Y "EL MAESTRAZO"

   El curso 1987-1988, mi segundo año como interina, "aterricé" en Molina de Aragón en el CEIP Virgen de la Hoz.

    Molina de Aragón es un pueblo precioso, el más importante, sin duda del Alto Tajo y donde durante los inviernos se registran no pocos días las temperaturas más bajas del país.

   Llegué para sustituir a un profesor de 6º de primaria pero al llegar el director me contó que a un profesor de 2º le habían tenido que ingresar urgente y que al tener yo la especialidad de educación Infantil prefería que me quedara con esa clase si no tenía inconveniente y así se hizo. Mi joven ilusión por trabajar no ponía problemas a hacerlo en uno u otro sitio.

   Molina es un pueblo que está muy lejos de la capital, Guadalajara, y al cual es impensable ir y venir cada día por lo que cuando te toca ir allí no suele sentarle bien a casi nadie...

   Sin embargo, todos y todas los que han estado, entre los que me incluyo guardan un magnífico recuerdo de como lo pasaron. Se hacen buenas amistades, se convive intensamente y se pasa realmente bien.

   Yo llegaba de superar la experiencia traumática de por segundo año consecutivo llegar a la última prueba de la oposición y quedarme a las puertas de obtener plaza. En esta ocasión, además había sacado la puntuación más alta en el segundo examen que era el de la especialidad y habíamos quedado cuatro personas para tres plazas... El tercer examen, de legislación, lo hice muy bien pero fui la que sobré y me quedé sin la plaza. Eso me lleno de frustración y rabia, estaba agotada y me cuestionaba por  qué es lo que tenía qué hacer si lo había dado todo... me quitó las ganas de seguir intentándolo pero, por poco tiempo... Tenía sólo 24 años y unas ganas enormes de trabajar como maestra.


   Este curso en el que fui tutora de 2º de primaria fue en algunos momentos duro. Me enfrenté a mis primeras dificultades con un alumno con muchos problemas de comportamiento pero aprendí mucho, ese año aprendí mucho más yo que él, estoy segura y en eso tuvo mucho que ver una compañera, interina como yo, Chusa de pedagogía terapéutica con la que comencé a aprender a ponerme en el lugar de los niños y a intentar enseñarles de "la manera que ellos puedan aprender".



   Grandes vivencias tuve con ella a nivel profesional pero también a nivel personal buenas, muy buenas y otras terribles pues durante ese curso perdió de manera injusta por lo joven que era a su hermana, a su única hermana.

   Pasamos mucho frío en Molina, vimos muchas nevadas, nos apuntamos a todos los cursos que en el Centro de Profesores se hacían, nos tomamos muchas cañas, nos reímos mucho y estudiamos la oposición.... no diría yo que mucho.

   Pero ese curso para los que estábamos en Molina y para los que no estuvo marcado por las movilizaciones docentes. Unas movilizaciones que no ha vuelto a vivir el entorno docente.

   Con Felipe Gónzalez en la Moncloa y la LODE todavía vigente, unos 530.000 docentes se declararon en huelga en busca una mejora salarial y de pensiones para los profesores, además de un aumento al presupuesto destinado a educación. A partir de ahí, se inició una huelga que duró 43 días y conocida como “El Maestrazo”.

   Fueron días duros, muy duros para mucha gente que se quedó sin cobrar mucho dinero...


   Su derrota fue de tal magnitud que fortaleció durante más de una década a la burocracia sindical y liquidó prácticamente todas las expresiones independientes y combativas en el gremio, abriendo un período de retroceso organizativo y de lucha entre la docencia que no se revertiría sino hacia fines de la década del 90´.
   También provocó la dimisión del entonces ministro de educación, José María Maravall.
https://grupo365.wordpress.com/2016/10/21/huelgas-de-educacion-en-la-espana-democratica/



   Y el fin de ese curso estuvo marcado por un momento realmente feliz el 25 de Junio se celebraba mi boda.





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